¿Fue un sueño?
Y un día
resulto ser que se dio cuenta que estaba sola, que siempre lo estuvo, que todo fue
un hermoso espejismo. Ya no podía confiar en nadie. Le dolían hasta los huesos.
Y lo único que quedaba era llorar hasta que las lágrimas limpiaran todo el
dolor de los huesos.
En un sueño…
Imaginó
verde, árboles. Soñó. Se convenció que nada sucedió, nunca. Ni siquiera cuatro
veces. De lo único que no pudo convencerse fue que no existía, porque ahí iba a
estar siempre. Pero todo lo que vivió con él fue su imaginación; nunca lo besó,
nunca lo abrazó, nunca le susurró nada al oído, nunca hizo el amor con él,
nunca lo extrañó, nunca lo tuvo a su lado durmiendo, nunca cenaron juntos,
nunca nada.
Todo un
sueño…
Cantó,
escuchó. Pensó qué iba a hacer. Nada se le ocurrió. ¿Esperar? Tal vez, era una
posibilidad. ¿Seguir? Y cómo se hace eso. Sí, lo sabía, ya lo había hecho. En otros
sueños, porque siempre le pasó, siempre fue igual.
Solo un
sueño…
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