martes, 24 de agosto de 2010

Sumergida

Sucede que de vez en cuando
vuelves a mi vida.
No puedo más que adorarte
aunque debería odiarte, dejarte,
alejarme, perderme… volar.
Ser libre de tu mal
deshacerme del peso que me ata
a las tinieblas de tu amor.

Podría culparte de mi agonía
pero como hacerlo si yo…
Yo ya no se qué rumbo seguir.

Vuelve a brillar ángel,
sacia esta sed, calma el dolor.
Bésame, bésame, destrúyeme,
llévame lejos de aquí
donde aquel hombre que espero me espera
sin saber de mi; sin saber de él,
Buscándonos en la inmensa oscuridad.




Tatiana Aimé Michelena.

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